¿De qué factores depende la salud?
La esperanza de vida es el número medio de años que suele vivir una persona y se considera un indicador del nivel de la salud y cuidados de la salud de los países, por lo que se elaboran estadísticas sobre este parámetro.
Según datos del año 2011, los nacidos en España tienen una esperanza de vida de 82,4 años, la segunda más alta de la Unión Europea tras Italia (82,7) y por delante de otros países como Francia (82,2), Reino Unido (81,1) o Alemania (80,8), según la última edición del informe 'Panorama de la Salud 2013' de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
España ocupa el cuarto lugar de la OCDE en este listado, después de Suiza (82,8), Japón (82,7) e Italia (82,7).
Desde una perspectiva temporal, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente en los últimos años en la mayor parte de las regiones del mundo. Así, en España ha aumentado en 10 años desde 1970, cuando era de 72,4 años.
Una de las causas más importantes se debe al control de las enfermedades de transmisión o infecciosas. A medida que ha ido aumentando la esperanza de vida, la preocupación por las epidemias de tipo infeccioso se ha ido desplazando hacia las enfermedades no infecciosas, cuya importancia ha ido creciendo. Tal es el caso de las enfermedades vasculares (como el infarto y la enfermedad cerebrovascular o ictus), primer tipo de causa de muerte en nuestro país.
Por sexos, se observa que las mujeres españolas suelen vivir seis años más que los hombres, 85,4 frente a 79,4 años.
En la historia reciente de la humanidad se ha duplicado la esperanza de vida en los países desarrollados. Una de las causas más importantes se debe al control de las enfermedades de transmisión. En las últimas décadas, la preocupación por las epidemias de tipo infeccioso se ha ido desplazando hacia las enfermedades no infecciosas o crónicas, cuya importancia ha ido creciendo.
La investigación sobre la mortalidad en los países occidentales señala un cambio desde las enfermedades infecciosas, como causa principal, hacia las enfermedades crónicas, como las de tipo cardiovascular y el cáncer, en las que juegan un papel esencial la alimentación, el ejercicio físico, las emociones y el estilo de vida.
La esperanza de vida está relacionada con distintos factores como la genética, el estilo de vida, la educación para la salud, el nivel económico, el sistema sanitario, la mortalidad infantil, etc.
La salud en general depende de cuatro tipos de factores importantes:
1) el estilo de vida individual, con un peso específico del 43%;
2) la herencia genética, que representa el 27%;
3) el medio ambiente o entorno en que se vive, que influye el 19%;
4) el sistema sanitario, que aporta el 11%.
Por lo tanto, el estilo de vida es el primer aspecto que debe considerarse dada su importancia cuantitativa como determinante de la salud. Además, es el que más fácilmente podemos cambiar, porque es modificable y en parte depende de nosotros.
El estilo de vida hace referencia a los hábitos y conductas que predominan en un individuo durante las diferentes etapas de la vida y que están relacionados con su salud.
Existen patrones de conducta basados en hábitos saludables, mientras que otros están repletos de costumbres nocivas. Tanto unos como otros pueden condicionar nuestra salud.
Ciertas características personales, enfermedades o conductas pueden aumentar el riesgo de sufrir una determinada enfermedad, también pueden empeorarla, si ya está presente, y se les llama factores de riesgo.
Por ejemplo, hay muchos factores de riesgo para desarrollar la enfermedad coronaria, un problema que se origina por la acumulación de grasas, calcio y otras sustancias (ateroma) en las arterias, obstruyendo el paso de sangre por las mismas, lo que puede ocasionar falta de oxígeno y muerte del tejido afectado (infarto).
Usted puede controlar algunos factores de riesgo, pero no en otros. Los factores de riesgo que usted puede controlar incluyen:
1) Niveles altos de colesterol (un tipo de grasa que se encuentra en la sangre) y los triglicéridos
2) Hipertensión arterial
3) Dieta poco saludable
4) Sobrepeso y obesidad
5) Diabetes
6) Fumar
7) Sedentarismo, falta de actividad física
8) Estrés
Los factores de riesgo que no se pueden controlar son la edad, el sexo y los antecedentes familiares de enfermedad coronaria.
Muchas personas tienen al menos un factor de riesgo de cardiopatía coronaria. Su riesgo de enfermedad coronaria y ataque cardiaco aumenta con el número de factores de riesgo que tiene y su severidad. Además, algunos factores de riesgo suponen mayor riesgo de enfermedad coronaria y ataque cardiaco que otros. Ejemplos de estos factores de riesgo son el colesterol y el tabaquismo.
Es sabido que los problemas de salud crónicos diagnosticados por los médicos con mayor frecuencia son, por este orden: (1) artrosis y problemas reumáticos, 21,3%; (2) hipertensión arterial, 20,7%; (3) colesterol alto, 16,1%; (4) alergias, 12,3%. En todas estas enfermedades crónicas el estilo de vida juega un papel importante.
Las principales causas de muerte ya no son las enfermedades infecciosas sino las que provienen de estilos de vida y conductas poco saludables. Hoy pocos profesionales de la salud dudan del impacto de nuestra conducta diaria en la salud y en la enfermedad. En la actualidad hay evidencia más que considerable de que las causas de la enfermedad radican en la conducta y el estilo de vida del individuo.
Las conductas saludables son comportamientos que lleva a cabo una persona, cuando goza de buena salud, con el propósito de prevenir la enfermedad, incluyendo un amplio abanico de conductas, desde dejar de fumar, perder peso, hacer ejercicio, hasta comer adecuadamente. El concepto de conducta saludable contempla esfuerzos en reducir los factores de riesgo conductuales y practicar las conductas que actúan como factores conductuales de protección.
Para incrementar las conductas saludables que realiza una persona se deben tener en cuenta diferentes variables, como la información que posee sobre el proceso de salud-enfermedad así como sobre los factores de riesgo y protección, la percepción subjetiva, el ambiente familiar y social, etc. Si producimos cambios sobre estas variables podremos modificar el estilo de vida saludable y con ello la salud de las personas.
Si se plantea mejorar su actual estilo de vida y hacerlo más saludable, le recomendamos que lea los siguientes apartados sobre manejo, autocuidado y prevención de problemas de salud:
1) Guía de alimentación “Promoción de Hábitos Saludables (PHS)” para el control del sobrepeso y la obesidad.
2) Estrés, emociones y ejercicio físico. Cómo integrar en nuestro estilo de vida la practica regular de ejercicio físico.
3) Estrés, emociones y tabaco. Consejos para dejar de fumar.
4) Prevención de enfermedades crónicas.
5) Prevención de los problemas relacionados con el estrés.
6) Programas de prevención.
Véase “¿Cómo se puede prevenir o retrasar la aterosclerosis?”.
Véase el tutorial interactivo “La diabetes. Introducción”
Véanse las siguientes Guías de Autoayuda relacionadas con el manejo del estrés y sus consecuencias:
o Afrontando el estrés
o ¿Cómo resolver problemas?
o Aprenda a relajarse
o Aprenda a organizar sus actividades
o ¿Cómo hacer frente a las preocupaciones?
o Aprenda a controlar los pensamientos negativos
o Aprenda a controlar los pensamientos ansiosos
o Mejore su estado de ánimo con la actividad física
o ¿Cómo puedo mejorar mi ánimo con la actividad física?
o ¿Qué puedo hacer para dormir mejor?
o Consejos para dormir mejor
o Comprendiendo la ansiedad
o Aprenda a controlar la irritabilidad
o Aprenda a relacionarse mejor con los demás
o ¿Qué son los “tranquilizantes”?
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