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Estresores

Se entiende por estresores, los estímulos, condiciones o tipos de situaciones que generan estrés. En general, las situaciones estresantes son aquellas que demandan al individuo que ponga en marcha alguna actividad para la que no está preparado o para la que no tiene recursos. Por lo tanto, podemos encontrar muchas situaciones estresantes, así como muchas clasificaciones de las mismas.

Atendiendo al rol que desempeña el individuo en un momento dado, se habla de estrés académico (como el periodo de exámenes y entrega de trabajos para ser evaluados), laboral (estrés relacionado con el ámbito del trabajo, por ejemplo, trabajos que exigen un plazo de entrega muy apretado), familiar (conflictos, falta de apoyo, separación, divorcio), económico (desempleo, dificultades para pagar la hipoteca), etc.

Atendiendo a la importancia del impacto de la situación sobre el individuo, podemos distinguir varios tipos.

En primer lugar, el estrés traumático, para referirnos a situaciones violentas o dramáticas en las que pueden estar en juego la vida propia o de otras personas, ya sea un accidente, atentado, violación, secuestro, situaciones bélicas, catástrofes naturales, etc., ya sea una enfermedad grave que amenaza la supervivencia de seres queridos, especialmente niños.

En segundo lugar, se han estudiado los sucesos vitales estresantes mayores, como aquellas situaciones de vida que cambian notablemente nuestras circunstancias, como la muerte natural de un ser querido, divorcio, encarcelamiento, emigración, desempleo, ruina económica, pérdida de la vivienda (desahucio), cambio de residencia, cambio de trabajo, enfermedad crónica, etc. u otros acontecimientos que pueden cambiar notablemente nuestras circunstancias vitales.

En tercer lugar, los sucesos vitales menores (como problemas cotidianos, complicaciones, molestias) que ocasionan alteraciones en nuestro normal funcionamiento así como emociones negativas (ansiedad, ira, estado de ánimo deprimido) que nos pueden afectar durante un tiempo, como por ejemplo tener un pequeño golpe con el automóvil y tener que dar un parte al seguro, llevar el coche al taller, no poder utilizarlo durante unos días, etc.; discutir con un compañero de trabajo y no hablar con él, pero se comparten tareas, el mismo espacio, etc.; sufrir un pequeño accidente que ocasiona una lesión, que produce discapacidad temporal que puede durar varias semanas, etc.

En cuarto lugar, los estresores crónicos menores, como el ruido incontrolable durante la jornada laboral (que genera un cansancio adicional) o durante las horas de descanso (nos impide recuperarnos); las temperaturas extremas en el lugar de trabajo (que nos exigen un esfuerzo adicional para mantener la temperatura constante), etc. Vivir cerca de un aeropuerto está asociado con una mayor probabilidad de desarrollar trastornos cardiovascuares.