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Programas de prevención

En general, el estrés creciente, la falta de tiempo, la pérdida del rol de ama de casa (que cocinaba siguiendo la dieta mediterránea de las abuelas) y las presiones a las que estamos sometidos hoy, incluida la presión social hacia la delgadez (más fuerte para la mujer), ha supuesto un notable alejamiento de la tradicional dieta mediterránea, con un aumento de las comidas precocinadas, las calorías, las grasas y notables cambios en la pirámide de la alimentación. Al mismo tiempo, la obesidad y el sobrepeso han ido aumentando de manera importante, hasta el punto de que estamos ya en prevalencias de un 62,3% de adultos y un 45,2% de niños que presenten bien sobrepeso o bien obesidad.

Este problema creciente se podría corregir con una adecuada información, que modificara errores sobre el papel de la alimentación en la salud, programas de entrenamiento en desarrollo de hábitos de alimentación adecuados e incremento del ejercicio físico, así como con instrucción en manejo del estrés y las emociones. Los programas preventivos que incluyen estos componentes podrían ayudar a disminuir la prevalencia y carga de las enfermedades crónicas.

Algunos factores de riesgo, como la edad, no son modificables, aunque sí pueden serlo algunos de sus efectos. Por ejemplo, con la edad disminuyen las necesidades metabólicas y en la mujer se producen cambios hormonales importantes con la menopausia. Ambos factores tienden a producir sobrepeso, que si no se atiende puede ir evolucionando hacia la obesidad, hipertensión, diabetes tipo 2, etc. Sin embargo, el sobrepeso podría ser prevenido o corregido disminuyendo la ingesta de calorías y aumentando la actividad física, así como los controles médicos preventivos.

La menopausia, entendida como el cese definitivo de las menstruaciones, supone el paso de la fase reproductiva de la mujer a la no reproductiva. Ocurre de forma natural alrededor de los 50 años, constituyendo un acontecimiento importante en la vida de la mujer como resultado de una serie de cambios evolutivos en distintos aspectos hormonales y metabólicos de la misma. A su vez, aumenta la probabilidad de sufrir algunos factores psicosociales estresantes, como muerte de algún familiar, el fenómeno del nido vacío (los hijos se van) o su opuesto, enfermedades físicas, etc.

La sintomatología que habitualmente presentan las mujeres en la menopausia incluye alteraciones de tipo físico, metabólico (osteoporosis, obesidad, atrofia urogenital, etc.) vegetativo (sofocos, palpitaciones, hipertensión arterial, etc.) y psicológico (ansiedad, depresión, ira, insomnio, etc.).

La forma en que la mujer vive la menopausia no solo va a ser reflejo de los cambios fisiológicos que en ella se producen, sino que también está influyendo la forma en que acepta su nueva situación y se integra en su ambiente social y familiar. Los cambios endocrinos y metabólicos que en esta etapa se producen, provocan a su vez modificaciones en la autopercepción y en la conducta, y estos últimos influyen, asimismo, en los cambios fisiológicos o en la vivencia de los mismos.

Todo este proceso puede llevar a que algunas mujeres a partir de esta edad tiendan aumentar su peso, la presión arterial, la osteoporosis, disminuir el ejercicio físico y en general aumentar los factores de riesgo cardiovascular. Con el fin de prevenir la aparición de enfermedades crónicas se pueden llevar a cabo programas preventivos como los que se describen a continuación.


Programa 1

La intervención psicológica siguiente fue llevada a cabo en colaboración entre la Universidad Complutense de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. Su objetivo era reducir el estrés, la emocionalidad negativa y otros factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad crónico en mujeres menopáusicas.

El programa constaba de tres fases: evaluación pretratamiento, entrenamiento y evaluación postratamiento.

La fase de entrenamiento está dirigida al aprendizaje de diversas técnicas con el fin de dotar a las participantes de estrategias adecuadas para reducir niveles de ansiedad, estados de ánimo depresivos y modificar los hábitos de vida.

Descripción

  1. Sesión informativa

Con el doble objetivo de proporcionar, por un lado, información general básica sobre cambios físicos, psíquicos y sociales acontecidos en este momento vital de la mujer, y por otro, poner de relevancia la relación existente entre pensamiento, emoción y conducta como base fundamental para entender las principales emociones negativas que posteriormente se trabajarán: ansiedad y depresión.

  1. Entrenamiento en Relajación Muscular Progresiva

Se utiliza la versión simplificada por Wolpe en cinco sesiones de periodicidad semanal que deben ser complementadas con la práctica diaria en casa por parte de las participantes. En las cuatro primeras se entrena a las pacientes en la relajación de una serie de grupos musculares, por medio de ejercicios de tensión-relajación y en la quinta se realiza una relajación completa sin ejercicios de tensión.

De forma complementaria se realizó un entrenamiento en Respiración abdominal, como técnica adecuada que ayuda a controlar los niveles de activación a través de la modificación directa de las condiciones fisiológicas sin ayuda de recursos externos, mediante el control del ciclo de la respiración.

  1. Técnica de Reestructuración Cognitiva

El objetivo de éste módulo es dotar a las participantes de un método eficaz para enfrentarse a las respuestas cognitivas características de la ansiedad y la depresión. Se basa en la terapia de Beck para modificar las ideas y creencias negativas o distorsionadas. La técnica se divide en tres pasos fundamentales: Identificación de los pensamientos negativos, explicación de la relación de estos con las emociones y en último lugar, racionalizarlos y sustituirlos por otros alternativos.

  1. Entrenamiento en Solución de Problemas

La técnica utilizada es la de D´Zurilla y Goldfried. El principal objetivo es dotar a los participantes de estrategias para aumentar la eficacia de sus intentos de solución de problemas actuales y futuros, así como una reducción de las posibles respuestas emocionales (ansiedad y depresión) asociados a éstas. Los pasos que se siguieron fueron los siguientes: orientación al problema, definición y formulación del problema, búsqueda de alternativas de solución, toma de decisión y puesta en marcha y evaluación de la ejecución.

  1. Hábitos de vida y redes sociales

El objetivo de este módulo es el de informar acerca de conductas que mejoren la calidad de vida de la mujer en la menopausia, tales como: práctica habitual de ejercicio físico, cambios en los hábitos alimentarios, así como la importancia de la ampliación de las redes sociales.


Tras la aplicación del programa podemos señalar, en términos generales, que se ha mostrado eficaz en cuanto a los objetivos que nos habíamos planteado.

Los datos con respecto a la variable ansiedad muestran descensos importantes en todas las escalas evaluadas. Por lo tanto, podemos decir que las participantes han aprendido a valorar de forma menos amenazante un gran número de situaciones.

Con respecto a la solución de problemas, los datos muestran una mejora por parte de las participantes a la hora de afrontar con mayor seguridad y confianza sus problemas, dato importante, ya que como dijimos anteriormente en este periodo de la vida, las participantes se enfrentan a muchas modificaciones.

Respecto a depresión, el programa también se ha mostrado beneficioso, mostrando las participantes una reducción importante en el Inventario de Depresión de Beck (BDI).

Por tanto parece que las estrategias aprendidas en el programa para la solución de problemas, así como las técnicas para la reducción de ansiedad y la mejora del estado de ánimo, ha sido de utilidad para los participantes, reduciéndose los niveles de ansiedad y depresión de forma significativa, lo cual ayuda a mejorar el bienestar psicológico de las participantes y por tanto su calidad de vida. Así mismo, la reducción de la emocionalidad negativa y el fomento de hábitos de vida saludable pueden ayudar a prevenir el desarrollo de factores de riesgo, síntomas y enfermedades crónicas, como muestra la literatura científica.


En definitiva, parece que la implantación de este tipo de programas es beneficiosa para la mejora del bienestar psicológico de las participantes y por tanto su calidad de vida.

Véase el artículo “Intervención psicológica en mujeres menopáusicas: Implantación de un programa para la reducción de la ansiedad y la depresión”.


Programa 2

El siguiente programa de intervención tuvo como objetivo la reducción de la tensión arterial en mujeres menopáusicas, mediante el entrenamiento en manejo de la ansiedad, la mejora sobre el control y expresión de la ira, así como la modificación de hábitos de vida no saludables. La reducción de la hipertensión arterial y demás factores de riesgo para el desarrollo de trastornos cardiovasculares más graves, como el infarto o la enfermedad cerebrovascular, puede considerarse como una intervención de prevención de la cronicidad.

Como ya hemos señalado, la menopausia, como cualquier otro acontecimiento vital, en este caso un suceso natural de índole biológica, psicológica y cultural, puede representar una experiencia positiva o negativa según sea el proceso de adaptación y la manera de afrontarlo.

La menopausia puede desencadenar emociones negativas (ansiedad, depresión e ira), si la persona no cuenta con recursos adecuados de afrontamiento, lo cual estará influyendo de forma negativa sobre la hipertensión.

Por otra parte, dada la alta prevalencia de la hipertensión en la mujer de esta edad (en torno al 43,5%), la presión arterial alta constituye uno de los problemas más relevantes de los servicios de salud, encontrándose a partir de los 50 años una mayor incidencia de este trastorno en mujeres que en varones. A su vez, constituye un factor de riesgo para el desarrollo de otras enfermedades crónicas.

En el estudio de la hipertensión arterial el perfil psicológico característico está asociado con altos niveles en las reacciones emocionales negativas; por ejemplo, puntuaciones más altas en inventarios de ansiedad, depresión y expresión interna de la ira. Este perfil constituye, de por sí, parte de los factores de riesgo, como el tabaquismo o el alcoholismo, en la hipertensión.

Por todo lo expuesto, se aconseja la puesta en marcha de programas de intervención desde un punto de vista multidisciplinar en pacientes con hipertensión.

El presente programa se centra en la reducción de la tensión arterial en mujeres menopáusicas, mediante la disminución de los niveles de ansiedad, la mejora sobre el control y expresión de la ira, así como la modificación de hábitos de vida no saludables.

Todas las participantes presentaban altos niveles de colesterol, sobrepeso y estaban diagnosticadas de hipertensión arterial esencial. Fueron derivadas al programa por el personal sanitario del Centro Integrado de Salud de Villaverde perteneciente al Ayuntamiento de Madrid, y acuden al mismo de forma voluntaria.

El programa consta de quince sesiones las cuales se desarrollaron con una periodicidad semanal y con una duración de 1 h. y 30 min. Las fases de las que consta el programa son las siguientes: evaluación pretratamiento, tratamiento, evaluación postratamiento y seguimiento (cinco meses después de la finalización del mismo).

Para la evaluación pretratamiento, postratamiento y seguimiento las participantes completaron la batería formada por Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad -ISRA-; Inventario de Expresión de Ira Estado Rasgo -S.T.A.X.I.-; así como medidas de presión arterial.

El tratamiento, propiamente dicho, se centró en el aprendizaje y puesta en marcha de distintas técnicas cognitivo-conductuales destinadas al control de las variables mencionadas anteriormente y el cambio de hábitos de vida no saludables. Los módulos de los que consta se describen a continuación.

Módulo I: Sesión Informativa Psicológica Se informó al grupo sobre variables psicológicas relevantes dentro de los trastornos cardiovasculares.

Se revisaron conceptos e ideas previas de las participantes sobre factores psicológicos, como ansiedad e ira, y cómo éstas influyen en los trastornos cardiovasculares.

Módulo II: Técnicas de reducción de la activación fisiológica

Se realizó un entrenamiento en relajación muscular progresiva de Jacobson (versión abreviada de Wolpe), así como en respiración abdominal, con el objetivo de que las participantes aprendiesen a controlar su nivel de activación fisiológica.

Módulo III: Hábitos de vida saludables

El propósito era que las participantes aprendieran y aplicaran, en su vida cotidiana, hábitos de alimentación cardiosaludable. Se realizó esta intervención mediante un paquete de tratamiento compuesto por varias técnicas: autorregistros de conducta (anotar en papel las conductas relevantes y sus determinantes: situación, pensamientos, emociones, etc.), control de estímulos (controlar la conducta manipulando la presencia de los estímulos desencadenantes; por ejemplo, si tengo chocolate, lo como, pues entonces no lo compro), modificación de la conducta de ingesta (no comer a solas, preparar la mesa completa, poner platos pequeños, no llenarlos, etc.), entrenamiento en nutrición. Además se informó sobre la importancia de la actividad física, se supervisó su frecuencia y se reforzaron los incrementos de la misma.

Módulo IV: Entrenamiento en solución de problemas

En este módulo se entrenó a las integrantes del grupo en la técnica de solución de problemas (D ´Zurilla y Goldfried) con el fin de conseguir una automatización y empleo de la técnica ante cualquier problema de la vida cotidiana y, así, poder tomar la solución más adecuada, en lugar de permanecer mucho tiempo dando vueltas al problema y generando emociones negativas.

Módulo V: Entrenamiento en control y expresión de ira

El objetivo de este módulo fue el de aprender a observar y reconocer esta emoción, identificando las primeras señales físicas de advertencia de la ira y las pautas de escalada, así como a implementar comportamientos adecuados para afrontar la ira mediante el aprendizaje de métodos como la comunicación asertiva o entrenamiento en habilidades sociales, utilizando técnicas de modelado, ensayo conductual y refuerzo.

Medidas pre y postratamiento de grupo

Respecto a las variables psicológicas, en ansiedad es la variable en la que se encuentran mayores diferencias significativas pre-postratamiento, en concreto se encuentran diferencias respecto al triple sistema de respuesta ansiedad cognitiva, fisiológica y motora, así como en la puntuación total o nivel general de ansiedad. En cuanto a las situaciones productoras de ansiedad, la ansiedad se redujo en los cuatro tipos evaluados: ante situaciones que implican evaluación (FI), situaciones interpersonales (FII), la ansiedad fóbica y ante situaciones de la vida cotidiana.

En cuanto a la tensión arterial, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en sus dos medidas (sistólica y diatólica) entre la evaluación pre y la post-tratamiento. En este sentido, cabe destacar que a seis de las participantes, durante el desarrollo del programa se les suspendió la medicación antihipertensiva por prescripción médica porque ya no era necesaria. Durante el seguimiento se observó que estas participantes continuaban con la presión arterial controlada sin necesidad de medicación.

Una vez finalizado el programa, podemos concluir que los objetivos propuestos al comienzo del mismo se han alcanzado satisfactoriamente; consiguiéndose reducir los niveles de la tensión arterial en mujeres menopáusicas, mediante la disminución de los niveles de ansiedad, la mejora sobre el control y expresión de la ira, así como la modificación de hábitos de vida no saludables.

En la evaluación post-tratamiento, todas las participantes lograron reducir la tensión arterial, excepto una que mantiene los mismos niveles desde el comienzo del tratamiento. Respecto al seguimiento, realizado a los cinco meses, se observa que, no sólo mantienen los niveles de presión arterial de la evaluación post-tratamiento, como era de esperar, sino que se produce una reducción de la presión arterial sistólica en algunas de las participantes, lo que hace suponer que las participantes tras la finalización del programa siguen poniendo en marcha las estrategias aprendidas durante el mismo.

Respecto a las variables emocionales evaluadas por el ISRA, el descenso señalado al finalizar el tratamiento se hizo mayor en la evaluación de seguimiento.

En cuanto al STAXI, se destacó una disminución encontrada en rasgo de ira y temperamento, es decir, existe una menor predisposición para experimentar ira, disminuyendo sobre todo la expresión de ira de forma injustificada (sin una provocación específica), lo cual puede estar influyendo en la reducción de tensión arterial que se da en las participantes del programa. En el seguimiento se observó una nueva disminución en todas sus escalas, incluida la escala de ira interna y de ira externa.

Véase el artículo “Intervención psicológica en mujeres menopáusicas con hipertensión”.

Véase el vídeo de Canal UNED titulado "El Estrés: Factor de Riesgo laboral", en el siguiente enlace:

http://www.canaluned.com/mmobj/index/id/12045

Véase el vídeo de Canal UNED titulado El estrés laboral. Enfermedad psicosocial, en el siguiente enlace:

http://www.canaluned.com/mmobj/index/id/12460

Véase el vídeo de Canal UNED titulado Riesgos laborales, en el siguiente enlace:

http://www.canaluned.com/mmobj/index/id/12582

Véase el vídeo de Canal UNED titulado El cuidador cuidado, en el siguiente enlace:

http://www.canaluned.com/mmobj/index/id/12038

  
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