Prevención de la ira
Para prevenir la irritabilidad y los problemas relacionados con la ira es bueno seguir los principios de prevención del estrés. Véanse los recomendados en esta Web, desde el menú Inicio “Emociones y Estrés / Estrés / Manejo y prevención / Prevención del estrés”.
Realizar las actividades con tiempo, de manera organizada, habiendo dormido lo suficiente y estando relajado puede ser de ayuda para prevenir los enfados.
Practicar la relajación regularmente y dedicarnos un poco de tiempo a nosotros mismos, para cuidad de nuestro bienestar, nos ayudará a amortiguar los pequeños contratiempos diarios, que están en la base de muchas reacciones de ira.
Aprender a comunicarnos mejor con las personas que convivimos, especialmente nuestros seres queridos, nos ayudará a llevar mejor los problemas de convivencia, que son inevitables, pero lo que sí es evitable es enfadarse por pequeñas cosas.
Desarrollar un estilo de convivencia relajado, en el que no se busquen culpables de los pequeños problemas, como por ejemplo los accidentes involuntarios, sino soluciones a los problemas que puedan surgir. Cuando se buscan culpables se castiga al otro, lo que le hará sentirse mal. La cosa no quedará así, sino que se defenderá. Además, es probable que busque su oportunidad, la recíproca, para devolvernos el castigo.
Olvidar las faltas del otro que ocurrieron hace tiempo, que ya perdonamos. No recordar continuamente los errores del pasado, sino resaltar los avances en la dirección contraria, ayudará al otro a cambiar y, en general, a distender la convivencia.
Procurar no levantar la voz y pedir al otro que no grite, con calma, puede ayudar a que los pequeños problemas no vayan a más. El tono de voz alto es un indicador de enfado, al que se reacciona a su vez levantando más la voz propia. El resultado es un aumento de la tensión en la conversación, que puede acabar fácilmente en una reacción de ira por ambas partes.
Entrenarnos en deshacer distorsiones cognitivas, leyendo libros, aprovechando los contenidos de esta Web, puede ayudar a prevenir tensiones, irritabilidad y reacciones de ira. Aprender a no magnificar los sucesos negativos, a preguntar si no hemos entendido algo, en lugar de reaccionar con suspicacia o con enfado, a comunicar lo que queremos, en lugar de esperar que el otro piense lo que nosotros pensamos, etc.
Véase la Guía de Autoayuda “Aprenda a controlar la irritabilidad” en el siguiente enlace:
En esta Guía encontrará otros ejemplos de cómo prevenir la irritabilidad y las reacciones de ira.
Véase el vídeo de la UNED titulado "La ira: ¿pecado capital o privilegio divino?", en el siguiente enlace:
La ira: ¿pecado capital o privilegio divino?
Vease el pdf sobre la ira en el siguiente enlace