Los tres sistemas de respuesta
Estas reacciones suponen un conjunto de cambios a tres niveles diferentes: cognitivo-subjetivo, fisiológico y motor. Todos ellos parecen estar interrelacionados e ir encaminados a cumplir una función esencial: mejorar la adaptación a la situación que los provoca. Veamos un resumen de los principales cambios.
A nivel cognitivo, la atención se centra en el objeto esencial de la situación (peligro, pérdida, daño, amenaza, éxito, etc.) y se aparta de otros elementos que no son relevantes en ese momento. Además, la memoria evoca situaciones similares o relacionadas por algún tipo de asociación. Los pensamientos relacionados con esta actividad cognitiva y las sensaciones corporales producidas por los cambios fisiológicos constituyen la base de la experiencia emocional, más o menos agradable-desagradable y con una intensidad proporcional a la percepción de los cambios somáticos. Esta experiencia consciente la reconocemos como "sentir" miedo, alegría, tristeza, etc.
A nivel fisiológico se observan cambios en diferentes sistemas de nuestro organismo. En el Sistema Nervioso Central: procesamiento rápido asociativo no consciente (a nivel de la amígdala, una estructura subcorticcal), o elaborado-consciente (valoración cognitiva, consciente, a nivel cortical prefrontal). En el Sistema Nervioso Autónomo: estado de alerta a nivel cardiovascular (tasa cardiaca, presión arterial), respiratorio, digestivo (acidez estomacal, motilidad gástrica), dermatológico (humidificación, regeneración de piel y cabello), reproductor (cambios en el ciclo menstrual, infertilidad), etc. En el Sistema Nervioso Motor (somático): tensión muscular, energía para poner en marcha acciones ágiles o decisivas, cambios en el tono de voz, la postura, los gestos. El Sistema Endocrino produce secreciones que median los cambios.
A nivel motor, se ponen en marcha conductas eficaces para atender las demandas del estímulo, por ejemplo, conductas relevantes para la supervivencia (ataque, huida, paralización), o pequeños cambios observables para dar una respuesta inmediata y adecuada a la situación (sonrisa, enfado, voz, rubor, etc.).