Estrés, emociones y formación
Existen datos de grandes encuestas que avalan la observación popular de que el estrés en nuestra sociedad viene aumentando. Por ejemplo, en el ámbito del trabajo, según las encuestas europeas y del Ministerio de Trabajo, ya venía haciéndolo desde la década de los 90. Con la crisis económica de 2008 han aumentado los problemas para las personas que han perdido su empleo.
En medio de este panorama, hay datos positivos, como ley de prevención de riesgos laborales que también ha tenido en cuenta los factores psicosociales, aunque son los que menos han avanzado, tanto en el conocimiento general como en su aplicación en los centros de trabajo.
De acuerdo con esta ley, las empresas deben promover la formación en factores psicosociales de prevención de riesgos laborales. Es la mejor forma de comenzar a prevenir algo que nos puede afectar. Puede no ser suficiente, pero es necesaria para aprender a manejar el estrés, las emociones negativas y sus consecuencias.
Si se lleva a cabo una adecuada intervención sobre la respuesta emocional negativa habrá una mejora tanto para la salud del individuo como para el mayor aprovechamiento de los recursos por parte de las organizaciones.
Cuando se pone a prueba un programa de intervención que incluye una serie de técnicas cognitivo-conductuales para la reducción y el control de la ansiedad y la ira, el resultado alcanzado es satisfactorio. Por lo general, los resultados obtenidos muestran que el efecto de la intervención es muy positivo, reduciendo las puntuaciones que los participantes presentan en todas las medidas de ansiedad tomadas, y reduciendo también el rasgo y la respuesta general de ira, así como la expresión de la misma, a la vez que se aumenta la capacidad de control sobre la expresión interna de la ira.
Los resultados de diferentes estudios muestran un efecto significativo del tratamiento sobre la reducción de la respuesta emocional, lo que avala la eficacia de las técnicas. Veamos como ejemplo un programa aplicado en trabajadores del Hospital General de Getafe, con 14 sesiones de duración.
Técnicas | Sesiones |
Presentación Evaluación Pre-tratamiento |
1 |
Sesión Informativa o educativa: dota a los participantes de información sobre el estrés laboral, el burnout, la respuesta emocional, la ansiedad y la ira. |
2 y 3 |
Técnicas de relajación: entrenamiento en la técnica de relajación muscular progresiva, unida a un entrenamiento en respiración abdominal. |
4-8 |
Reestructuración Cognitiva: detección y cambio de las creencias, ideas y pensamientos irracionales que provocan algunos estados emocionales negativos como la ansiedad, la ira o la depresión. |
5-7 |
Autoinstrucciones: técnica dirigida a implantar diferentes ideas y verbalizaciones racionales adecuadas para un afrontamiento adaptativo. |
8 |
Solución de Problemas: entrenamiento en cinco pasos sistemáticos a dar en la búsqueda eficaz de soluciones. |
9-11 |
Control de Ira y Asertividad: entrenamiento conductual, puesta en práctica de técnicas ya aprendidas para detectar y cambiar respuestas de ira (identificación de ideas asociadas a la ira, autoinstrucciones, respiración abdominal); y evaluación y entrenamiento (role-playing) en la expresión adecuada de sentimientos de desagrado. |
11-13 |
Evaluación Post-tratamiento |
14 |
Los resultados mostraron la formación que obtuvieron los participantes y el entrenamiento en técnicas de manejo emocional les permitió reducir sus niveles de emocionalidad negativa y por tanto de riesgo.
Pero también es posible llevar a cabo programas más reducidos, centrados en la psicoeducación, sin entrenamiento en habilidades. Los resultados no son de tanto calado, como es lógico, pero son también buenos.
Esta psicoeducación se puede llevar a cabo seleccionando la información necesaria para cada objetivo, ofrecerla a los participantes, explicarla y trabajarla en dos o tres sesiones, dándoles herramientas de trabajo para que ellos puedan continuar profundizando las actividades de formación e incluso puedan practicar el entrenamiento de algunas habilidades, como la relajación.
Véase el apartado “Estrés, emociones y trabajo”.