¿Qué son las depresiones?
La depresión es un problema frecuente, sin embargo no debe ser confundido con la tristeza. El hecho de sentirse triste o con el estado de ánimo deprimido no significa sufrir una depresión. Los momentos de tristeza, de duelo por una pérdida, de duda o cuestionamiento, forman parte de la vida.
La tristeza, el desánimo, el periodo de duelo y el estado de desesperación son experiencias humanas normales. Estos estados emocionales transitorios, o las disminuciones en el estado de ánimo o de los afectos, durante más tiempo, no deben confundirse con la depresión como trastorno.
La depresión es una enfermedad, como lo es la diabetes o una úlcera de estómago. Para hablar de trastorno depresivo se deben cumplir una serie de requisitos:
- Que estos sentimientos (depresión, abatimiento, falta de interés) se presenten de forma continuada durante un periodo superior a dos semanas
- Que causen un malestar importante (clínicamente significativo) en una o varias áreas de la vida diaria (dificultad o imposibilidad de levantarse, de ir a trabajar, salir a hacer las compras...)
El 11,5% de la población española había padecido algún trastorno depresivo a lo largo de la vida cuando se realizaron las encuestas del estudio ESEMeD en el año 2002. El 14,3% de las mujeres y el 6,7% de los hombres.
Veamos la siguiente consulta de un caso de depresión.
“Tengo un hermano de 38 años con una depresión declarada desde hace 4. El problema es que pese a los cambios de médico no mejora. Sigue mirando fijamente al techo y únicamente habla para decir que quiere morir (ha tenido repetidos intentos de suicidio).
Hace siete meses, su mujer se cansó de la situación y se separaron, con lo que ahora vive con nosotros. Así pues, al problema de la depresión se suma el de una separación matrimonial que él no acepta bajo ningún concepto. El medico dice que es normal, pero es que encuentra hasta normal los repetidos intentos de suicidio.
Por otra parte, él tiene una fobia al trabajo. Es un gran trabajador y un tremendo perfeccionista, pero hace dos años la empresa de decoración en la que trabajaba cerró y se convirtió en un electricista de obra. Eso hace que cuando tiene que ir a trabajar empiece a temblar, a sudar, a paralizarse, etc. Lo llevamos al psicólogo y mejoro un poco. Ahora está de baja por decisión propia, pero él mismo tiene miedo a que le vuelva a pasar lo mismo.
Estamos continuamente mostrándole nuestro afecto pero tenemos miedo porque no lo vemos progresar. Les rogaría encarecidamente que nos orientasen porque, francamente, ya no sabemos qué hacer.”
Los trastornos del estado de ánimo afectan el estado emocional y a la conducta de las personas de forma crónica. Estos trastornos son los siguientes:
- Trastorno depresivo mayor
- Trastorno distímico
- Trastornos bipolares
El primero, trastorno depresivo mayor, suele estar asociado a una pérdida u otro estresor psicosocial, es de carácter intenso (con un gran grado de malestar psicológico, dificultades para dormir, abatimiento, desesperación, etc.) y produce una fuerte desactivación de la conducta (se dejan de hacer las actividades laborales, sociales, familiares, etc.). Es el trastorno depresivo más frecuente, afecta a un 4,0% de la población en los últimos 12 meses y tiende a repetirse en el 50% de los casos.
El segundo (trastorno distímico) es menos intenso, menos grave, más prolongado en el tiempo, no tiene por qué estar asociado a pérdida o estrés, pero sí está más asociado a cambios hormonales y estacionales. Afecta al 1,5% de la población en los últimos 12 meses.
En el tercero (trastornos bipolares), se alternan los periodos de depresión (abatimiento, desactivación) con los de manía (euforia, hiperactividad) y obedecen más a factores de tipo de genético que psicosociales (estrés, pérdida). Se trata de un tipo de trastorno mental grave y exige la estabilización del estado de ánimo con medicación.
Véase el vídeo de Canal UNED titulado Depresión adolescente, en el siguiente enlace: