Autoevaluación de trastornos psicofisiológicos
Cuando se investiga el nivel de ansiedad de un grupo de personas con estos problemas psicofisiológicos (hipertensión, cefaleas, úlcera, asma, psoriasis, etc.) en un diseño caso-control, sus puntuaciones en cuestionarios como el ISRA, son mucho más altas. Así, en el manual del Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA) se observa que las puntuaciones medias de los hombres con trastornos psicofisiológicos alcanzaron el centil 85 de la población general sin trastornos, mientras que en el caso de las mujeres llegan al centil 90.
Las elevadas puntuaciones en ansiedad del grupo de trastornos psicofisiológicos son sin embargo inferiores a las puntuaciones medias del grupo clínico, con trastornos de ansiedad. Si tomamos este grupo último grupo como referencia, las personas con trastornos psicofisiológicos obtienen un centil 30 para hombres y 45 para mujeres. Es decir, las personas con trastornos psicofisiológicos muestran puntuaciones medias por encima de la gran mayoría de la población sin trastornos, pero por debajo de la media de las personas con trastornos de ansiedad.
Las respuestas de ansiedad que recoge el Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad, versión breve (ISRA-B) a nivel fisiológico son diez signos de aumento de la activación de diferentes sistemas que el individuo puede percibir y autoevaluar según la frecuencia (entre 0, casi nunca; 1, pocas veces; 2, unas veces sí, otras veces no; 3, muchas veces y 4, casi siempre) con que las experimenta regularmente:
- Siento molestias en el estómago.
- Me sudan las manos u otra parte del cuerpo hasta en días fríos
- Me tiemblan las manos o las piernas
- Me duele la cabeza
- Mi cuerpo está en tensión
- Tengo palpitaciones, el corazón me late muy deprisa
- Me falta el aire y mi respiración es agitada
- Siento náuseas o mareo
- Se me seca la boca y tengo dificultades para tragar
- Tengo escalofríos y tirito aunque no haga mucho frío
Las personas que están sometidas a fuertes condiciones de estrés o están bajo alguna amenaza importante (ansiedad) y duradera presentan elevadas puntuaciones en esta prueba.
Una puntuación igual o superior a 10 puntos en varones, o bien igual o superior a 13 puntos en mujeres, en estas 10 preguntas, otorga la puntuación centil de 75. Significa que deja por debajo de sí al 75% de la población. Por ello, podemos entender que se trata de una persona que está más activada que el 75% de la población, medido con una prueba de autoinforme. Esto es una primera alarma que indica que deberíamos hacer algo para cambiar el estilo de vida que estamos viviendo en los últimos meses, que nos está llevando a desarrollar y mantener una fuerte activación fisiológica, lo que supone un riesgo para nuestra salud.
Con una puntuación igual o superior a 18 puntos en varones o 22 en mujeres se alcanza el centil 95. Las personas con nivel de activación este centil están probablemente sufriendo ya un malestar psicológico significativo, que les puede conducir a desarrollar desórdenes emocionales, así como una muy elevada activación fisiológica que puede comenzar a producir disfunciones de tipo psicofisiológico a nivel muscular, digestivo, etc.
Por norma general, una persona se especializa en alguna de esas 10 respuestas fisiológicas de ansiedad, que pueden constituir síntomas de activación fisiológica. Quien alcanza un centil igual o superior al 95 y las máximas puntuaciones las tiene en el ítem 1, experimentará frecuentes molestias digestivas, que si se mantienen en el tiempo (el estrés y los síntomas) pueden aumentar la probabilidad de que se desarrollen problemas relacionados con úlcera péptica, trastorno de intestino irritable, dispepsia, etc.
En iguales circunstancias (centil 95 y cronicidad), el sudor, el temblor o tiritar pueden constituir la base de un problema de ansiedad social, que aumentaría la probabilidad de desarrollar fobia social.
En iguales circunstancias (centil 95 y cronicidad), el dolor de cabeza y la tensión corporal puede aumentarla probabilidad de desarrollar las típicas disfunciones por dolor asociadas a estrés: cefalea tensional (dolor de cabeza tensional), dolores y contracturas musculares.
Los restantes síntomas, cardiovasculares (palpitaciones, taquicardia), respiratorios (falta de aliento), digestivas (náuseas), del equilibrio (mareo), o dificultades para tragar, pueden aumentar la probabilidad de desarrollar un aumento de la atención a estas sensaciones físicas, un incremento de la disfunción psicofisiológica y/o aumento del miedo a estas sensaciones que puede desembocar en ataques de pánico.