Trastorno distímico
Todas las personas podemos sentirnos tristes, desmotivadas o irritables de vez en cuando. Pero algunas personas experimentan estas emociones casi a diario. Los niveles de malestar pueden ir desde síntomas leves a síntomas más pronunciados. La distimia es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por un estado anímico decaído, desmotivado, melancólico, la mayor parte del tiempo. Estos sentimientos pueden durar años e interfieren negativamente en la vida personal, familiar y social de la persona.
Este trastorno se considera una depresión de tipo subclínico o leve ya que no cumple todos los criterios necesarios para un diagnostico de trastorno depresivo mayor.
No se conocen con exactitud las causas de la distimia, pero se sabe que su origen puede ser al menos de tres tipos. De tipo bioquímico: por alteraciones en determinados neurotransmisores relacionados con el humor como la serotonina. De tipo hereditario: la depresión suele ser más frecuente en personas con historia familiar de depresión, o de tipo psicosocial: determinados eventos vitales estresantes, como problemas económicos, familiares, etc., pueden contribuir al desarrollo y a la cronicidad de la distimia.
Otros factores relacionados con la distimia pueden ser algunas características de personalidad, como la tendencia a la autocritica, a la negatividad (ver demasiado a menudo la botella medio vacía), o a la incapacidad para adaptarse a las exigencias de la vida.
Según el Estudio ESEMeD, un estudio epidemiológico sobre trastornos mentales realizado en seis países europeos, en España la distimia es el segundo tipo de trastorno mental más frecuente, afectando a casi un 1,5% de la población. Además, este trastorno afecta hasta cinco veces más a las mujeres que a los hombres.
Aunque los síntomas de la distimia no son tan graves como los del trastorno depresivo mayor, la persona afectada debería recibir ayuda profesional con el objetivo de poner fin a los síntomas, mejorar su estado de ánimo, su salud, su calidad de vida y sobre todo prevenir el desarrollo de una depresión.
El tratamiento psicológico de la distimia abarca diferentes objetivos. En primer lugar, evaluar los recursos personales, familiares y sociales de los que dispone la persona, así como sus dificultades y principales problemas de vida. En segundo lugar ayudar al paciente a entender su enfermedad y aceptar la responsabilidad de implicarse activamente en su recuperación. En tercer lugar, enseñarle estrategias para que pueda de forma progresiva cambiar su forma de percibir y entender la realidad y que de esta manera llegue a alcanzar un mayor grado de satisfacción con su vida y un mejor control de sus emociones negativas.
Veamos ahora los criterios internacionales del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV), para el trastorno distímico:
A. Estado de ánimo crónicamente depresivo la mayor parte del día de la mayoría de los días, manifestado por el sujeto u observado por los demás, durante al menos 2 años. Nota: En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable y la duración debe ser de al menos 1 año.
B. Presencia, mientras está deprimido, de dos (o más) de los siguientes síntomas:
1. Pérdida o aumento de apetito
2. Insomnio o hipersomnia
3. Falta de energía o fatiga
4. Baja autoestima
5. Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones
6. Sentimientos de desesperanza
C. Durante el período de 2 años (1 año en niños y adolescentes) de la alteración, el sujeto no ha estado sin síntomas de los Criterios A y B durante más de 2 meses seguidos.
D. No ha habido ningún episodio depresivo mayor durante los primeros 2 años de la alteración (1 año para niños y adolescentes); por ejemplo, la alteración no se explica mejor por la presencia de un trastorno depresivo mayor crónico o un trastorno depresivo mayor, en remisión parcial.
Nota: Antes de la aparición del episodio distímico pudo haber un episodio depresivo mayor previo que ha remitido totalmente (ningún signo o síntoma significativos durante 2 meses). Además, tras los primeros 2 años (1 año en niños y adolescentes) de trastorno distímico, puede haber episodios de trastorno depresivo mayor superpuestos, en cuyo caso cabe realizar ambos diagnósticos si se cumplen los criterios para un episodio depresivo mayor.
E. Nunca ha habido un episodio maníaco, un episodio mixto o un episodio hipomaníaco y nunca se han cumplido los criterios para el trastorno ciclotímíco.
F. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico crónico, como son la esquizofrenia o el trastorno delirante.
G. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o a enfermedad médica (p. ej., hipotiroidismo).
H. Los síntomas causan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Especificar si:
Inicio temprano: si el inicio es antes de los 21 años Inicio tardío: si el inicio se produce a los 21 años o con posterioridad.
Especificar (para los últimos 2 años del Trastorno distímico)